Sumamos otro hito: la primera hepatectomía con el Robot Da Vinci más avanzado en el mundo.
En una apuesta constante por la innovación tecnológica, el Hospital Metropolitano cuenta actualmente con la última versión del robot Da Vinci; sus ventajas han sido probadas, por primera vez, en una extracción parcial de hígado.
Otro hito médico ha alcanzado el Hospital Metropolitano al iniciar este 2023. Apenas hace pocas semanas, el cirujano del aparato digestivo, Frans Serpa, efectuó la primera hepatectomía -o extracción parcial del hígado- que se beneficia de la versión más avanzada del robot Da Vinci, conocida como la Xi.
Caracterizado por invertir constantemente en avances tecnológicos, el Hospital adquirió hace cinco años el sistema quirúrgico Da Vinci y ahora, destaca Serpa, “su modelo más actual a nivel mundial, consolidándonos nuevamente como pioneros en el sector privado de la salud en el país”.
La hepatectomía con el Robot Xi se efectuó en un paciente de 50 años diagnosticado con cáncer de hígado, quien requirió apenas dos días de hospitalización luego de ser operado por el cirujano especialista en intervenciones hepatobiliopancreáticas.
Las particularidades y ventajas de esta nueva tecnología son evidentes, señala Serpa. Le permite al médico efectuar incisiones de menor tamaño y, como consecuencia de ello, garantizarle al paciente un menor dolor posoperatorio y una recuperación más rápida. “Con la evolución hacia la nueva versión del Da Vinci, se han conseguido pinzas mucho más pequeñas y versátiles”.
A los beneficios que brinda ya el primer robot, relacionados sobre todo con menor traumatismo y reducción en la pérdida de sangre durante las cirugías, se suman ahora virtudes relacionadas con la precisión.
Serpa explica que, en el caso de un cáncer de hígado, la versión Xi permite visualizar una sustancia -inyectada al paciente de manera intravenosa- que marca con exactitud el tumor y permite diferenciarlo de la parte sana del órgano. Así, el cirujano puede mejorar la exactitud del corte.
El avance tecnológico también reduce el tiempo que destinan los especialistas en posicionar correctamente el equipo sobre el paciente; el nuevo sistema contiene un láser que el médico direcciona hacia la parte del cuerpo que será intervenida para lograr, de manera automática, la ubicación correcta de los brazos del Robot. Éstos -además- pueden moverse de una posición a otra con apenas aplastar un botón.
“El robot es más pequeño en relación a su versión anterior; entra más fácil en los quirófanos y, pese a ser de menor tamaño, tiene más amplitud de movimientos”, añade el cirujano Frans Serpa. Se trata de avances que finalmente, insiste, benefician al paciente.
Dos conclusiones pone sobre la mesa el especialista del Hospital Metropolitano. Si bien es cierto que la tecnología robótica va ganando espacio y se consolidará a futuro, “hay cirugías en las que su uso está específicamente indicado y otras en las que no se justifica”. Además, aclara, no es el robot el que opera; el Da Vinci es “una herramienta que le sirve al profesional capacitado para efectuar de mejor manera su trabajo en beneficio del paciente”.