¿Es usted fumador pasivo? Conozca los riesgos a los que se expone
Quien fuma pone en riesgo no solo su salud si no también la de quienes lo rodean. El fumador pasivo, como llamamos comúnmente a la persona que tiene contacto directo con el humo que exhala el fumador o que comparte el ambiente con quien fuma, puede desarrollar graves dolencias.
Mientras mayor tiempo de exposición exista, mientras más años transcurran y mientras mayor cantidad de tabaco consuma el fumador, mayor es el riesgo para el ‘fumador de segunda mano’ (término médico), sostiene el neumólogo Miguel Jarrín del Hospital Metropolitano.
“El tabaco tiene más de 7.000 sustancias tóxicas y de éstas, al menos 70 están relacionadas con problemas oncológicos”. Después de fumar, “quedan flotando pequeñas partículas de dispersión del humo y una partícula derivada de la nicotina que se pueden inhalar hasta tres años después” aunque el ambiente sea ventilado.
Las afecciones que puede desarrollar un fumador pasivo, detalla el doctor Jarrín, son múltiples, están científicamente probadas y dependen, también, de las susceptibilidades de cada persona:
- Tiene un 20% más de probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón frente a una persona que no se expone al humo del tabaco.
- Es 2,5 veces mayor el riesgo de presentar EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) en relación con alguien que no inhala estas sustancias.
- Es 1,4 veces más probable que desarrolle diabetes en comparación con alguien que no sea fumador pasivo.
- Los niños se vuelven susceptibles al asma, a exacerbaciones de infecciones respiratorias e, incluso, a muerte súbita en el caso de lactantes.
- Susceptibilidad a cáncer nasofaríngeo, cáncer de cérvix, leucemias y linfomas.
- Exacerbaciones de asma en personas adultas ya diagnosticadas; y mayor riesgo de desarrollar asma en niños menores de 5 años expuestos al humo del cigarrillo.
- Aunque más reducido, también hay riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares.
"Una persona con una cardiopatía puede tener una vida normal, pero los padres y las familias deben tomar conciencia de que necesitan un control pediátrico y cardiológico periódico, cuidado diario e higiene para evitar infecciones que se puedan alojar en el corazón, como las de tipo dental
"
Ante estos escenarios, la educación y la prevención, recalca el neumólogo, siguen siendo las medidas más importantes para enfrentar al tabaquismo y sus consecuencias.